Se dice que el aceite de CBD (cannabidiol) tiene numerosos beneficios para la salud y podría mejorar la vida de muchos pacientes al combatir ciertas patologías o sus síntomas. Resultaría ser un remedio alternativo eficaz cuando otros remedios convencionales ya no funcionan y/o causan demasiados efectos secundarios. ¿El cannabidiol es una droga? El CBD es un cannabinoide presente de forma natural en el cannabis y el cáñamo (el cáñamo se diferencia de la mayoría de las variedades de cannabis debido a su baja producción de THC). Su extracción se realiza a partir de la resina o cabeza de la planta de cannabis. En Francia, la legislación autoriza el CBD si se extrae de una planta que no contenga más del 0,2% de THC. La presencia de THC en los productos terminados, sea cual sea su nivel, está prohibida. Al contrario de lo que se pueda creer, el CBD no tiene propiedades psicoactivas al no contener tetrahidrocannabinol (THC), sin embargo, es el THC la molécula activa del cannabis y la que provoca efectos a nivel físico y psicológico (sensación de garganta seca, hambre, ojos rojos, somnolencia, sensación de fatiga y euforia, etc.). Dado que el cannabidiol es un producto relativamente nuevo en el mercado, todavía existen muchos conceptos erróneos sobre él. Algunas personas creen que el CBD es una droga y que, al igual que el cannabis, es ilegal poseerlo y consumirlo. Tomar CBD es perfectamente legal, no tiene efectos secundarios y puede ser beneficioso para la salud.
Insomnio crónico:
El 10% de la población sufre insomnio crónico y el 30% lo experimentará en algún momento de su vida. El CBD ayuda a conciliar el sueño gracias a sus efectos relajantes y ansiolíticos sin causar efectos secundarios como las pastillas para dormir tradicionales. Además, un estudio publicado en el Centro Nacional de Información Biotecnológica descubrió que el CBD mantiene el estado de alerta durante el día, incluso a pesar de la falta de sueño.
Un antiepiléptico natural:
El CBD puede aliviar las convulsiones y ataques epilépticos. La epilepsia es un trastorno nervioso crónico que se caracteriza por convulsiones repentinas. Los síntomas pueden adoptar muchas formas, dependiendo del tipo de epilepsia y su gravedad, desde simples calambres hasta espasmos incontrolables o incluso pérdida del conocimiento, lo que puede ser extremadamente estresante. El cuerpo secreta naturalmente moléculas similares a los cannabinoides (sistema cannabinoide endógeno) que contribuyen al equilibrio interno. Este sistema está formado por sensores ubicados en todo el cuerpo, entre ellos el CB1 que actúa sobre el sistema nervioso. Las moléculas de cannabidiol se unen a estos sensores y logran cambiar el “mensaje” que se envía al cerebro, lo que podría reducir la actividad química que desencadena las convulsiones epilépticas. Todavía se necesitan investigaciones para probar los mecanismos exactos del cannabidiol en las convulsiones epilépticas.
Un analgésico natural:
El CBD tiene propiedades analgésicas, actúa sobre las articulaciones dolorosas y alivia la inflamación crónica. Además, sus efectos relajantes ayudan a tolerar mejor el dolor y a mejorar el estado de ánimo, especialmente en las personas mayores. El cannabidiol estimula el sistema endocannabinoide (receptores cannabinoides CB1 y CB2) desempeñando un papel clave en el control de la inflamación y la respuesta autoinmune. Esto tiene el efecto de reducir el umbral del dolor, especialmente en el caso de enfermedades crónicas como la osteoartritis.